Las conclusiones de los informes previos de los grupos de trabajo apuntan a que las principales complicaciones de la explotación de un túnel de carretera tienen que ver con un gran volumen de tráfico y con las características específicas de su uso. El tráfico urbano supone una gran demanda de gestión de tráfico, incidentes y mantenimiento, no solo en el túnel, sino también en la red vial de su entorno. Dado que los túneles urbanos constituyen una infraestructura importante para la economía y la movilidad de la zona en la que se encuentran, existe una presión constante para reducir la duración de sus cierres.